13 de julio de 2009

Entre las sábanas de tu piel

Tumbado a tu lado, el tiempo parece detenerse. Mi corazón reacciona a tus besos latiendo cada vez más deprisa, pero el reloj, sin embargo, parece haberse detenido, regalándonos una pequeña porción de eternidad, tiempo que llevaré siempre en mis recuerdos, pues la visión de tus ojos, iluminados por los pocos rayos de sol que se atreven a entrar por la ventana, es imposible de olvidar.


Es increíble recibir en mi rostro tu aliento, que me llena de calor; un calor que nunca me abandona. Es algo que me confirma que estás ahí, a mi lado, abrazándome, pero al mismo tiempo me hace dudar, pues es algo tan mágico que dudo de que sea real, y pienso que tal vez todo sea un sueño (en cuyo caso, ya no quiero despertar más)...

Me encanta perderme entre tus brazos, acariciar tu cuerpo con el mío mientras entrelazamos nuestras piernas, en un intento por sentir hasta el último centímetro de la piel del otro. Un intento por sentirnos unidos en un solo cuerpo, pues nuestras almas hace tiempo que lo están, y así permanecerán para siempre, pues ahora somos uno solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Procure no dar patadas al diccionario en su comentario, que nos conocemos...